En un artículo publicado en diciembre de 2001, Marc Prensky
 presentaba la “brecha digital” como el enfrentamiento en las aulas de 
dos generaciones: aquella que ha crecido con la omnipresencia de los 
dispositivos digitales, y que ya no puede entender el mundo sin ellos, y
 aquella que se crió con los libros y los profesores tradicionales, a la
 que le resulta cada vez más difícil llegar a su público más joven. 
Los primeros son los Nativos Digitales,
 que hablan el idioma del nuevo mundo de manera natural, y no entienden 
los métodos de sus profesores tradicionales. Todo va demasiado lento 
para ellos, no conciben que el papel no les “responda” como lo hace la 
pantalla de sus dispositivos digitales y su atención cambia 
continuamente de foco. 
Los segundos, los Inmigrantes Digitales,
 imprimen sus correos y llaman por teléfono para asegurarse de que han 
sido recibidos. Se desesperan por la “falta de seriedad” de sus alumnos,
 y asisten atónitos a la creciente ineficiencia de sus antiguos métodos 
de enseñanza. 
Los
 Nativos Digitales están acostumbrados a recibir información muy 
rápidamente. Les gusta procesar en paralelo y la multi-tarea. Prefieren 
sus gráficos antes que
 su texto y no lo contrario. Prefieren el acceso aleatorio (como el 
hipertexto). Funcionan mejor conectados. Se crecen con la gratificación 
instantánea y las recompensas frecuentes. Prefieren los juegos al 
trabajo “serio”. (¿Algo de esto resulta familiar?). 
Sin
 embargo, los Inmigrantes Digitales suelen tener muy poco aprecio por 
estas nuevas habilidades que los Nativos han adquirido y perfeccionado a
 través de años de interacción y práctica. Estas habilidades son casi 
totalmente extrañas a los Inmigrantes, que a su vez aprendieron, y así 
eligen enseñar lentamente, paso a paso, una cosa cada vez, de forma 
individual, y sobre todo, en serio. 
Los
 profesores Inmigrantes Digitales asumen que los alumnos son los mismos 
que siempre han sido, y que los mismos métodos que funcionaron para los 
profesores cuando ellos eran estudiantes funcionarán ahora para los 
suyos. Pero ese supuesto ya no es válido. Los alumnos de hoy son diferentes. Desde el punto de vista de los Nativos, a menudo sus profesores Inmigrantes Digitales hacen de su educación
 algo a lo que no vale la pena prestar atención, en comparación con todo
 lo demás que experimentan, ¡y, a continuación, se les acusa de no 
prestar atención! 
Entonces,
 ¿qué debería suceder? ¿Deberían los estudiantes Nativos Digitales 
aprender las viejas formas, o sus educadores Inmigrantes Digitales 
aprender las nuevas? Lamentablemente, no importa cuánto lo deseen los 
Inmigrantes, es muy poco probable que los Nativos Digitales vuelvan 
hacia atrás. 
Así
 que es mejor enfrentar esta cuestión. Y, al hacerlo, tenemos que 
reconsiderar tanto nuestra metodología como nuestro contenido. 
En
 primer lugar, nuestra metodología. Los profesores de hoy tienen que 
aprender a comunicarse en la lengua y el estilo de sus alumnos. Esto no quiere decir cambiar el significado de lo que es importante, o de las habilidades del buen pensamiento. Pero sí
 significa ir más rápido, menos paso a paso, más en paralelo, más con 
acceso aleatorio, entre otras cosas. Los educadores podrían preguntar 
“¿Pero cómo enseñamos la lógica de esta manera?”. Mientras no esté claro
 de manera inmediata, necesitamos imaginarlo. 
En
 segundo lugar, nuestro contenido. Me parece que después de la 
“singularidad” digital hay en la actualidad dos tipos de contenido: 
contenidos “heredados” (por tomar prestado el término informático para 
los sistemas antiguos) y el contenido “futuro”. 
El
 contenido “heredado” incluye lectura, escritura, aritmética, el 
pensamiento lógico, la comprensión de los textos y las ideas del pasado,
 etc. -todos los de nuestro plan de estudios “tradicional”-. Por 
supuesto es todavía importante, pero es de otra época. Algunos de ellos 
(como el pensamiento lógico) seguirán siendo importantes, pero otros 
(quizás como la geometría euclidiana) lo serán menos, como ha ocurrido 
con el latín y el griego. 
El
 contenido “futuro” es, en gran medida, y no es sorprendente, digital y 
tecnológico. Pero mientras que incluye software, hardware, robótica, 
nanotecnología, genómica, etc., también incluye la ética, la política, 
la sociología, los idiomas y otras cosas que van con ellos. Este 
contenido “futuro” es muy interesante para los estudiantes de hoy. ¿Pero
 cuántos Inmigrantes Digitales están preparados para enseñarlo? Una vez 
alguien me sugirió que los niños solo deberían estar autorizados a 
utilizar en el colegio los ordenadores que hubieran construido ellos 
mismos. Es una brillante idea que es muy factible desde el punto de 
vista de las capacidades de los estudiantes. Pero, ¿quién podría 
enseñarles? 
¿Siguen siendo válidas estas reflexiones de Marc Prensky después
 de diez años? ¿Nos consideramos inmigrantes o nativos digitales? 
¿Podemos enseñar de manera eficaz a los nativos digitales? 
